‘La sinagoga vacía’

“Cuenta Gabriel Albiac que descubrió a  Baruch de Espinosa a las 17 años y que le dejó estupefacto. La lectura de su Ética demostrada según el orden geométrico hizo algo más que deslumbrar su inteligencia, le intrigó de un modo que, sin saberlo, cambiaría su vida, según confesó ayer en la presentación de La sinagoga vacía, en la Casa de ABC, acto en el que le acompañaron el marqués de Castrillón y presidente de la Real Academia de la Historia; Fernando R. Lafuente, director de ABC Cultural; el editor de Tecnos Manuel González, y el director de ABC, Bieito Rubido.

“Apagados los fuegos del Mayo Francés, emprendió la escritura de La sinagoga vacía -que se publicó en 1987 y que ahora Tecnos ha editado en una edición ampliada y anotada que ha llevado cinco años más de trabajo-, en parte por culpa de aquella frase del colofón de la <Ética…>: <El ignorante, cuando deja de padecer, deja también de ser>. ¿De qué ignorancia huía Espinosa? ¿Por qué huir hacia Espinosa en aquellos años 70? Durante ocho años, Albiac desapareció del mundo. Vivió entonces en los archivos de Holanda y las Bibliotecas Nacionales de Francia y España, entre otros centros. <Descubrí un gran corpus de textos heterdoxos y rabínicos en lengua española, de una riqueza que entonces no se podía ni imaginar: pude entender al Borges que identificaba el paraíso con una biblioteca… Y cuando retorné, era otro, aunque aún no entendía quién>, explicó ayer el filósofo y columnista de ABC en la presentación de La sinagoga vacía”.

ABC, 20 de noviembre de 2013

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Author: Blog Cima Málaga